noviembre 19, 2007

CRONICAS ANALOGICAS - no y no

Un tiempo se sintió rara porque vio su nombre en el espejo y descubrió que se leía tan bien al revés como cuando se leía al derecho. Otro día se sintió rara porque no pudo dejar de sentir su dedo meñique durante varias horas consecutivas. Era una razón o la otra. Se sentía rara tantas veces, que decidió que lo raro era sentirse normal.

Así de rara era Ana.

Pero ese día se despertó pensando que ya no podía estar sin levantarse de la cama. Inmediatamente después reparó en que hubiera sido más normal pensar "me tengo que levantar". Durante todo ese día, estuvo hablando y razonando con frases que incluían una doble negación, en lugar de hablar, como lo hace la gente normal, con simples afirmaciones.

Se le hacía tarde y pensó que no podía no llegar a tiempo a trabajar. Otra vez. Durante el transcurso del día profirió un sinfín de frases como las que aparecen aquí abajo:

1. ¿No que no me dejabas pasar con el coche, cabrón?
2. ¡Ya te dije que no soy impuntual!
3. No me digas que no hay café.
4. No he podido comer nada.
5. No puede ser que no me dejen trabajar una hora sin interrumpirme.
6. Cómo no. (Esta fue una respuesta a la pregunta ¿no quieres una mordidita de mi quesadilla?).
7. ¿No te dije que no me llames a la oficina?

Al final del día, cuando se iba a casa, le llamaron para recordarle que estaba invitada a una fiesta. Se dijo: "estoy muy cansada, no puedo no irme a dormir ahorita". Entonces su interlocutor le dijo: "no puede ser que no vengas a la fiesta".

Estoy curada, pensó, y lo pensó en afirmativo. Yo no soy la única que no habla en positivo. Después de todo, no es tan raro decir dos veces no en lugar de sí. Mucho menos cuando vives en México.

2 comentarios:

María Fernández-Aragón dijo...

No sé si tu post no me gustó nada o todo lo contrario. Deja lo mastico. Por otra parte, nuestro presi sí tiene cara de usar truza. Es una pena.

María Fernández-Aragón dijo...

¡Chema! ¿Dónde está la actualización correspondiente?