La delincuencia no cesa. La cantidad de criminales crece exponencialmente todos los días. En algún momento cercano, habrá más delincuentes que víctimas y será muy complicado determinar, en cada caso, si una persona merecía o no sufrir un crimen. Los juicios serán multitudinarios y estarán llenos de recovecos fruto de las declaraciones de cada uno de los involucrados que, a su vez, desatarán más cabos para la investigación. Será un infierno legal. Será el final.
Una utópica y malísima película joliwudense llamada MINORITY REPORT explora una imposible solución a este problema que se nos viene encima. Mediante tecnologías absurdas, los gobiernos se vuelven capaces de predecir la actuación de una persona en una determinada situación. Con esta información, pueden arrestar a la gente antes de que cometa un delito.
Si bien es imposible determinar el futuro, no es imposible determinar el grado de estupidez de un individuo elegido al azar. Hay pruebas, exámenes, signos claros y abrumadores de su capacidad intelectual.
Mi propuesta legislativa, que con suerte llegará a oídos de alguien que pueda hacer que se debata en los estudios del afamadísimo y cubierto de rating CANAL JUDICIAL, consiste en condenar la estupidez. Esto es, dictar penas para los estúpidos, legislar para convertir la estupidez en crimen.
De esta forma, y dado que la gran mayoría de criminales son estúpidos (por lo menos en la Ciudad de México), podríamos mejorar el nivel de vida de los citadinos y convertir esta ciudad, esta vez de verdad, en la ciudad de la esperanza. Claro, siempre y cuando el señor Ebrard y las cabezas del poder legislativo pasen, a su vez, la prueba de la estupidez.
Con cada vez menos criminales en la calle, el sistema legal encontrará un respiro, tiempo suficiente para poder dedicarse a la profesionalización de todos aquellos que lo componen. El poder judicial se haría cada vez más fuerte y confiable, de forma que cada día resultará más estúpido cometer un crimen.
Un círculo virtuoso increíble.
He aquí la historia del primer afectado por esta hipotética ley: click aquí.
1 comentario:
no mames.. ¿así o más pendejo ese señor??
QUé bárbaro!1 Uno como sea, pero ¿y las creaturas???
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